Guillier no es Trump
Ph.D. Profesor titular Cátedra de Capital Humano Coca Cola Andina ESE-Universidad de Los Andes
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Rafael Mies
Acá en EEUU, me ha tocado vivir muy de cerca estas elecciones y sorprenderme, como muchos, con el resultado de las mismas. Principalmente dadas las negativas proyecciones para Trump mostradas en prácticamente todas las encuestas.
Sin embargo, algo no me cuadraba en esas encuestas. En muchas oportunidades y principalmente con gente sencilla, Trump gozaba de una popularidad que las encuestas no parecían capaces de reconocer.
Hay que decir eso sí que, en esos momentos, igual que ahora, expresar públicamente cierta simpatía por Trump, fue y sigue siendo políticamente incorrecto.
Dado lo que ha pasado en EEUU, más de un amigo me ha llamado o me ha escrito mostrando su preocupación de que el fenómeno Trump pueda repetirse en Chile, con la candidatura populista de Guillier.
La verdad, después de lo visto acá, por suerte, creo que es muy infundada esta preocupación, definitivamente que Guillier no es Trump. Es más, Guillier tiene mucho más de Hillary que de Trump.
Guillier no es Trump y, aunque pueda soñar con obtener su resultado, difieren en cosas básicas y esenciales para el electorado que eligió a Trump. En primer lugar, Trump es un empresario amante de la empresa privada y del esfuerzo personal como generador de riqueza. Es un ser pragmático en los negocios que ha sido capaz de sortear dificultades y tener éxito económico en tiempos difíciles. Este solo hecho hace que muchos electores sientan que el ámbito económico está relativamente asegurado con su experiencia práctica. Guillier, por su parte, está exactamente en la vereda opuesta, él no solo nunca ha tenido una experiencia empresarial ni sabe los desafíos de construir riqueza, sino que es un ácido detractor del mundo empresarial. Su discurso, al igual que el de Hillary es parecido al de Robin Hood, quitarle a los ricos para darle a los pobres. Es precisamente esta perorata la que la gente de clase media y la más sencilla ya no parece creer. Al menos en EEUU y probablemente también en Chile.
En segundo lugar, Trump es muy claro respecto de la seguridad nacional, plantea de modo meridiano que no se puede seguir haciendo concesiones con los delincuentes y terroristas. Guillier, al igual que Hillary, sigue siendo vago en materia de seguridad ciudadana y delincuencia. Con su miedo a herir sensibilidades no se atreve y, difícilmente se atreverá, a llamar a las cosas por su nombre. probablemente caerá en lugares comunes propios de una candidatura que intenta reconciliar todos los intereses políticos, salvo los de la derecha. quienes son los únicos capaces para un discurso más duro en esta materia.
Por último, Trump logró levantar el voto popular e hizo que fueran a votar aquellos que realmente querían un cambio. Gran parte del electorado de Hillary y también del electorado de la izquierda amplia chilena se encuentra en aquellos que les gusta reclamar y que aunque aparecen en las encuestas no van a votar.
A más de un año de las elecciones y sabiendo que las cosas pueden cambiar creo que, si la mayoría de estas cosas que menciono son ciertas, lo más probable es que Guillier tenga pocas posibilidades de emular el resultado de Trump y muchas de seguir la suerte de Hillary.